martes, 31 de diciembre de 2013

Primer artículo de Gloria.tv en 2014


Busco un vídeo o artículo en Gloria.tv con el que obsequiar en este espacio a los lectores con motivo del nuevo año. Y lo primero que veo es un escrito en el que se filosofa sobre lo mismo que argumenté acerca de amar al pecador y odiar el pecado. Algunas frases son casi literales, tal cual las había escrito yo. ¿Casualidad o causalidad?
Comparto con vosotros el enlace... Y feliz 2014!!

http://www.gloria.tv/?media=548814


¿Si hay que querer al prójimo como a ti mismo, cómo entonces condenar o denunciar los males de alguien?



Lo primero es querer a Dios sobre todas las cosas. Lo segundo es querer al prójimo como a ti mismo. Esos son los dos mandamientos, resumen del resto, que nos dio Jesús. Y como vemos, Él coloca el primero por encima del segundo. 

Querer a Dios implica muchas cosas. No es solo un sentimiento. Quien no demuestra su amor con hechos evidencia tal amor como una cáscara vacía. De ahí que Jesús dijese aquello de "no todo el que me dice: "Señor, Señor", entrará en el Reino de los Cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre." Por eso amar a Dios implica el amor y la práctica de la justicia, de la rectitud, de la honestidad, etc. Y como el amor a Dios es sobre todas las cosas y el amor al prójimo es como a uno mismo, nuestra actuación con el hermano no puede ser a costa de, por ejemplo, abolir todo tribunal o condena. Y hay que repetir esto, porque lo de "no juzguéis y no seréis juzgados" ha sido tergiversado de tal manera que hasta cristianos de buena voluntad defienden auténticos disparates al respecto. 

Pero quieras que no, me dirán, si yo quiero al hermano como a mí mismo solamente podré querer ser bien tratado y huir de todo mal, como la cárcel si se diese el caso. ¿O acaso si los demás no son plenamente misericordiosos no me salvarían de cualquier condena aquí en la tierra, solamente con mi arrepentimiento? Pues en realidad no tiene porque ser así. Lo primero porque si amas a Dios sobre todas las cosas con todo lo que ello conlleva, verías justo que si cometieses un error, por ejemplo un delito, cumplieses una pena proporcional al mal causado. Puede que no sin misericordia, pero tampoco sin justicia. Pues la justicia y la misericordia no pueden ir reñidas. ¿O acaso alguien tendría la vergüenza de exigir (y digo exigir) en caso de asesinato no ir a la cárcel? Si lo exigiese sería a causa de su concupiscencia, no de su bondad. Si acaso, podría pedir la misericordia de que tras una larga condena, y previo arrepentimiento, le redujesen algo la prisión, pero no exigir la libertad o una pena irrisoria. ¿Y el indulto? También se puede desear. El indulto siempre ha existido, pero para su realización habría que tener en cuenta si el Estado vería mermada su autoridad frente a la delincuencia, cosa que seria obrar en contra del bien común. El indulto se puede realizar, y bien está, pero siempre con cabeza y según las circunstancias. Por supuesto, nunca entraría en la categoría de derecho. 

Y si yo mismo me transformase en un ser inicuo que extiende su mal a toda la sociedad, ¿no vería justo y merecido que denunciasen mi mal y pusiesen coto a mi iniquidad? Pues lo mismo para con el prójimo.

En definitiva, si para ti mismo exiges justicia, que no va reñida con la misericordia, para con el hermano se ha de hacer lo mismo.

Y una última consideración: la misericordia no es una burla a la justicia. Repasemos el catecismo. Para una buena confesión se necesitan cinco condiciones: examen de conciencia, arrepentimiento, propósito de enmienda, confesión, y cumplir la penitencia impuesta. Pues si hasta la Iglesia considera esto necesario para que Dios nos perdone, ¿será bueno que nosotros le robemos al hermano su deber de arrepentirse, del propósito de no volver a caer en la misma piedra, y de cumplir la penitencia impuesta?  
Por estas malas exégesis vienen los ciegos que no quieren ver que Jesús habló del infierno y de la dificultad de nuestra salvación más que repetidas veces. 

Sobre esta cuestión aconsejo leer también los dos post anteriores:

-  ¿Poner o no poner la otra mejilla?
http://cristoerasabio.blogspot.com.es/2013/12/poner-o-no-poner-la-otra-mejilla-esa-es.html

- Juzgar o no juzgar... esa es la cuestión.
http://cristoerasabio.blogspot.com.es/2013/12/juzgar-o-no-juzgar-esa-es-la-cuestion.html

¿poner o no poner la otra mejilla? Esa es la segunda cuestión


Lo primero que recomiendo es leer el post anterior “juzgar o no juzgar, esa es la cuestión”. De hecho este escrito viene siendo una continuación del anterior. Así el lector se salvará de partir de la equivocada idea de absolutizar pasajes del Evangelio o de sacarlos de contexto… Como decía el Padre Loring, un texto sacado de contexto es un pretexto.
Hay que saber discernir en qué casos es aplicable y santo lo de la otra mejilla y en qué casos es insensato e incluso una afrenta al sentido común y a la justicia. ¿Pero cómo? ¿Jesús no dijo lo de la otra mejilla? ¿Cómo contradecirle? Pues de hecho a Jesús cuando le pegaron en la mejilla no puso la otra, sino que respondió al guardia. Hablo de la famosa bofetada. "Si he hablado mal, muestra en qué ha sido; pero si he hablado bien, ¿por qué me pegas?". O Jesús se contradice o bien hay que tomar las palabras de Jesús con sensatez y saber a qué casos se refiere. Lógicamente, me decanto por lo segundo. Efectivamente uno tiene que tener la predisposición de poner la otra mejilla, tal como recomienda Jesús, y muchas veces la pondrá, pero muchas otras es justo sacarle los colores al pecador ante su iniquidad o denunciar el mal que hacen algunos a la sociedad, cosa que también hizo Cristo. Lo primero es incluso caridad ante el malvado, al que no se le consiente su mal del mismo modo que un padre no lo haría con su hijo, y lo segundo no es sólo caridad para con el malvado sino para con los inocentes que pueden ver como el no poner coto a ciertos comportamientos es permitir la extensión de un cáncer. 
Hay que tener en cuenta que la caridad se practica en consonancia con todo lo bueno, esto es, con el Evangelio y con Dios, y no a su pesar. 
¿La solución es no juzgar al pecador pero sí al pecado?

Seguramente en la mayor parte de nuestra vida aplicar esto será bueno, pero no siempre. Lo primero que hay que considerar es que si hacemos esto será por caridad, pero no porque el pecado sea algo extrínseco a la persona. El que asesina, por mucho que le duela, es un asesino. El que roba, un ladrón. Establecer una dicotomía entre pecado y pecador puede confundirnos a la hora de discernir la realidad. Jesús tildaba a los fariseos de hipócritas y malvados, y no de buenas personas con hipocresía y maldad. Cuando pecamos, somos nosotros los que vamos al infierno. Y cuando somos virtuosos, también nosotros somos los recompensados. 
Hay veces en los que es necesario juzgar al pecador. Sobre todo cuando su maldad pervierte a la sociedad. La experiencia nos dice que en estos casos denunciar el delito y justificar a la persona sólo sirve para endulzar el mal. Puedo poner muchos ejemplos: ¿La repetición de aquello de que el aborto es un crimen, pero quien aborta es inocente a qué ha llevado? A pensar: "pues entonces no será tan crimen... habrá que comprenderla... quizás sea justificado...no seamos duros con ella diciendo que lo que ha hecho está tan mal". Y en poco tiempo a decir: "a mí me puede parecer mal, pero hay que respetar si alguien no opina así y que cada cual decida si aborta o no." (aclaro, todas las personas en circunstancias difíciles pueden tener grandes eximentes, pero eso jamás justificará el mal ni dará carta de inocencia.)
En el otro extremo el nazismo. ¿Alguien puede justificar a Hitler sin ser sospechoso de justificar lo que hizo? ¿A qué conlleva la demonización de Hitler? Al rechazo absoluto al nazismo. ¿De veras alguien ha oído frases como "yo no soy nazi pero si alguien tiene esa ideología hay que respetarlo"?
También hay ocasiones en las que podría ser bueno ser misericordioso con el pecador. Caso de las prostitutas, utilizadas por la sociedad y a su vez arrojadas al ostracismo, en el que una mano amiga es lo único que les puede llevar al buen redil. 
¿Y qué fórmula utilizamos? ¿Látigo o bálsamo? ¿Maldiciones o bienaventuranzas? Pues dada la infinitud de casos y circunstancias es difícil obtener una ecuación absoluta. Mejor apelar al sentido común en cada caso, en concordancia con un Evangelio no adulterado.

Aconsejo también leer el post :

-  Si hay que querer al prójimo como a ti mismo, ¿cómo entonces condenar o denunciar los males de alguien?

http://cristoerasabio.blogspot.com.es/2013/12/si-hay-quequerer-al-projimo-como-ti.html 

Juzgar o no juzgar... esa es la cuestión


Hoy haré una breve reflexión sobre esta consideración y el famoso ‘No juzguéis y no seréis juzgados’. Por una interpretación con falta de sentido común acerca de esta frase del evangelio muchos católicos justifican su pusilanimidad. Seguro que los lectores que sean inteligentes habrán observado que la gente que repite esto suele hacerlo para mirar a otro lado ante lo injustificable, pero que a la hora de criticar otros males como el latrocinio de los políticos, o a los políticos mismos, no se cortan un pelo (y muy bien está la crítica). No hablemos ya de la prudencia y caridad que los nojuzgantes practican si alguien no les ha saludado por la calle o si un familiar no les ha invitado a una boda. Por tanto mi reflexión no va dirigida para los hipócritas y cobardes, sino para la gente de buen corazón que pica el anzuelo.

¿Jesús no dice que no juzguemos?

Jesús, al salvar a la adultera de la lapidación (por cierto, no se nombra a María Magdalena) dice que no juzguemos. Pero hace un juicio de valor. ‘Vete, y no peques más’. Por lo que reconoce su pecado. Y aclara: ‘porque en la medida que juzguéis, así seréis juzgados’. Bien podríamos ver entonces que Jesús critica el hacer una condena exagerada o injusta.
El sentido común, más que la exegesis pura y dura, nos ayuda a comprender este pasaje. Hagamos un ejercicio de imaginación. Si el lector de buena voluntad visita un país islámico y contemplase el intento de ejecución de una adúltera ¿no intervendría para evitarlo? ¿Y no le irritaría aún más la dureza de corazón de los verdugos si es sabido que incumplen las leyes de Dios tanto o más que la acusada? Esto último se infiere del evangelio cuando Jesús dice aquello de tirar la primera piedra. Seguramente con conocimiento de la ralea de cada uno de los allí presentes. Y más que probablemente algunos cometieron en su vida adulterio. Desde luego, esta interpretación es más sensata que la de creer que como todos somos pecadores, nadie absolutamente puede hacer juicios de valor o exigir justicia. Si no se entiende la actuación de Jesús en su contexto y justa medida, lo coherente mediante la extrapolación es querer la abolición de todo tribunal, condena y cárcel.

Absurdo. Jesús era sensato. No hay que absolutizar pasajes del evangelio hasta volverlos absurdos. Esto entre otras cosas lleva a ver contradicciones en el Nuevo Testamento donde no las hay. Por ejemplo, Jesús era misericordioso con las prostitutas, quizás porque eran pecadoras pero al fin y al cabo mujeres rechazadas y utilizadas por la sociedad que sólo necesitaban alguien que mirase en ellas algo más que un cuerpo y les diese la oportunidad de cambiar. Sin embargo era duro e inflexible con los fariseos e hipócritas, los denunciaba e incluso insultaba (hipócritas, sepulcros blanqueados, raza de víboras…). No son  contradicciones, sino casos y circunstancias distintas que exigen comportamientos distintos. También, como buen padre, sabía ser unas veces misericordioso con sus discípulos, y otras duro.

Sobre esta cuestión aconsejo leer también los dos post siguientes:

-  ¿Poner o no poner la otra mejilla?
http://cristoerasabio.blogspot.com.es/2013/12/poner-o-no-poner-la-otra-mejilla-esa-es.html

-  Si hay que querer al prójimo como a ti mismo, ¿cómo entonces condenar o denunciar los males de alguien?
http://cristoerasabio.blogspot.com.es/2013/12/si-hay-quequerer-al-projimo-como-ti.html

sábado, 28 de diciembre de 2013

Respuesta a las falacias sobre el aborto


Es un derecho. 
¿Derecho a matar? Vaya, vaya.

Que cada cual decida. Yo estoy en contra del aborto, pero que no impongan.
Ah... Yo estoy en contra del robo, pero cada cual que decida si roba o no, no que impongan.

Despenalizar el aborto no implica no luchar contra él.
Bueno, pues en coherencia despenalicemos el robo, el asesinato o cualquier otro delito. 

Si se despenaliza habrá menos abortos.
Pues repito. A despenalizar el robo, el asesinato o cualquier otro delito.

No me compares el aborto con estos delitos. No es lo mismo.
Es verdad. El aborto es bastante peor que el robo.

Es que esas son cuestiones religiosas.
Muchas gracias por elogiar mi fe. Me sorprende su dureza con los ateos. Porque decir que cuestiones tan básicas como el respeto a la vida del no nacido sólo dependen de la fe, no hacen más que elogiar el catolicismo y dejar en evidencia la bajeza moral a la que conduce la apostasía.

Es mi vientre.
No. Tu vientre no tiene ni cabeza ni corazón. Es un niño. 

Como cristiano no deberían de juzgar a quienes abortan.
Seguramente quien diga esto opina así por su búsqueda de la santidad... Ironías aparte, dudo mucho que al hablar de los políticos corruptos o de curas pederastas pidan que no se juzgue. Jesús sabía 'misericordear' pero también llamaba hipócritas y sepulcros blanqueados a quien hiciese falta. El sentido común y el amor a la Verdad deberían bastar para discernir en cada caso lo correcto.

Que la Iglesia ayude a los pobres pero que se calle en estas cuestiones.
Supongo que existe el derecho a decidir pero no a hablar.

No es un ser humano.
Qué va. Es un avestruz.

Lo que quiero decir es que es humano pero no es persona,  no habla, no tiene voluntad...
Tampoco un niño recién nacido.

Pero un niño recién nacido está más formado que un embrión
Bastaría ver una ecografía para ver qué es un embrión. En menos de un mes y medio, cuando es factible hacerse una prueba de embarazo ya se forman la boca y las raíces de los dientes. Y aunque no fuese así, sólo en la fecundación, el embrión ya se define como ser humano independiente con código genético propio.

Bueno, no me importa eso. En definitiva que cada cual decida.
Ya. Ya sé que no os importa eso. Ese es el problema. Y ahí se evidencia vuestra maldad. Vuelta a lo mismo.

DÍA DE LOS INOCENTES


Requiescat in pacem