viernes, 3 de enero de 2014

PROFETAS DE CALAMIDADES



¿Hay que huir de los profetas de calamidades, de los inquisidores, y de los sacerdotes que asustan?

Pues a mí no me hará falta huir, porque llevo toda mi vida asistiendo a misa en varias provincias de España y del extranjero, y jamás me he encontrado a ese tipo de profetas. Jamás. Y son muchos años yendo a muchas parroquias de diferentes ciudades y países. Es más, en las homilías no he oído hablar nunca, pero que nunca, sobre moral sexual.

¿Habrá cierta malicia en quien ve estos fantasmas a sabiendas de que no existen? ¿Un recurso retórico aceptar como ciertas las acusaciones de que somos inquisidores para evidenciar que uno no sólo no lo es sino que lucha en contra de quien lo sea? ¿Y puede ayudar el inventarse un monstruo inquisitorial para crear un monstruo relativista o directamente apóstata?

Porque lo que sí he oído y en abundancia son homilías donde se dice que no hay infierno, que la resurrección era una metáfora, que los milagros de Jesús no son tal cual se leen, en las que se desprecian los dogmas, en el que se compara la tradición cristiana con el fariseísmo, etc.

Pues un monstruo no lo he visto, y al otro se le ve en todas partes.

¡Pies para qué os quiero!

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